21 de julio de 2012

ahora toca volar


en Aigues-Mortes

Ahora ya sólo quedan los recuerdos en la memoria. 
Que nunca se borran. Son incansables, insaciables, incesantes, impenetrables. 
Son de día y de noche. De los que llegaron un día y no han querido marcharse. De los que sientes cuando ya no hay nada material que pueda hacerte volver.  De los que un día escribiste en un papel y   la tinta ha traspasado. De los que aunque quisieses clavarte agujas en el corazón no podrías evadir. Sólo sangrar, sangrar por dentro. Llorar por fuera. Hacer como que a veces estás bien. Como cuando has venido hoy a recogerlo todo. Todos los libros, ahora sólo son estanterías vacías. Los armarios, que no sabremos como volver a llenar. El polvo que se mantenía estructurado en tu agenda ha caído. 
Tú y yo haciendo mudanzas. Tú y yo en el coche. Hablando de papeles y coches, de como dividir esto o aquello. De dinero. De soledad. Odio 2012.  Odio no poder quererte más, odio que ya nada vuelva a ser como antes. Odio que el tiempo nos haya cambiado, que te haya cambiado. Odio que tengamos que despedirnos como si nunca te hubiese querido, como si nunca hubieses estado aquí todo el tiempo, como si no me hubieses llevado al fin del mundo. Como si no hubiésemos discutido. 
Ahora que voy a decir cuando me pregunten por ti. Por si estamos bien. Tampoco estamos mal, le dije a mamá. Estaremos bien. Bien es suficiente. 

2 comentarios:

  1. Me encanta. Es fríamente dulce y desgarrador. Bien es suficiente, pero solo de momento, pronto irá mejor. saludos!

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  2. Bien es suficiente... pero solo para algunos.
    Es tan doloroso!

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