16 de febrero de 2013

Medianoche

Antes cuando no tenía pareja creía que el amor era diferente. Todos idealizamos las cosas, según lo que escuchamos o vemos en películas y canciones o leemos en libros. Según lo que nos cuentan nuestros amigos o los amigos de éstos. Y como en el amor todo y nada está escrito, lo hacemos continuamente. Lo dibujamos como algo mágico, de color rojo o incluso rosa, como lo mejor del mundo, como cosquillas en la espalda o sábados interminables en la cama. Pensamos en un posible acompañante para el cine o para aquel concierto que siempre hemos querido ir, pensamos como alguien a quien cogerle de la mano por la calle, en alguien para estar ocupados. Queremos que todas aquellas cosas que alguna vez hemos oído se cumplan. Y si no lo hacen de la manera que habíamos predispuesto, de antemano, nos sentimos lastimados, heridos, decepcionados. Y yo, a veces, la primera. 
A veces, no entiendo como puedes querer tanto a alguien y que a la vez te resulte incomprensible porque sigues pensando que quizás eso es demasiado. Sentir que a veces, tu das más de lo que recibes o que necesitas recibir mucho más. Que necesitas sentir que lo eres todo para esa persona. Que necesitas que piense en ti de muchas formas distintas. Que te invite a ese concierto que quieres ir, o que un dia cualquiera te sorprenda. Que te pregunte que tal la cena que tenías o que te desee suerte para la entrevista de trabajo que le dijiste que tenías hace días. Quizás querer idealizar un poco lo vuestro. ¿Qué puede haber de malo? 
No sé tal vez, es que cuando se habla de ser diferentes se quiere llegar a este punto. Al punto en que uno siempre quiere más que el otro. Al punto, en que  a veces, sientes que estás perdida y no sabes cuál es la respuesta. 
El amor mueve el mundo. El amor a lo que sea. Es una fuerza, importante. Todos nos sentimos atrapados por alguna clase de amor. Lo mejor es el amor a otro. A alguien que te complementa y te aporta cosas nuevas cada día. Que está a tu lado y lo sientes. En el que confías. Aunque a veces creas o te sientas herido por no ser todo como tu te habías imaginado. Porque la realidad siempre duele. 

3 comentarios:

  1. Yo creo que el amor no deja de ser mágico, aunque cuando uno experimenta la vida en pareja (que no es la única forma de amor romántico, ya que también se puede amar sin ser correspondido), acaba poniendo los pies en el suelo y ve las cosas de manera más realista. Pero no necesariamente menos mágica. :-)

    atlantis2050.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Caram Elena... que bé que escrius! Ara ja saps, t'has d'animar a fer un blog de manualitats jeje! A veure si ens veiem en un altre curs :)

    ResponderEliminar
  3. Creo que el amor esta sobrevalorado.

    Pero si tuviera que definirlo, diria:
    Cuando estoy contigo, estoy en casa.
    Cuando no estoy contigo solo pienso en volver a casa.

    ResponderEliminar