¿Sabes una cosa?
Ahora que sé que te quiero y que estás aquí, sigue apareciendo el miedo en mi.
Pero ahora es un miedo diferente.
Ahora es un miedo al olvido. A la soledad.
Ahora es un miedo a echar de menos profundamente.
No se, supongo que pienso que si yo te echo (bastante) de menos, es como si tú también estuvieses obligado a hacerlo y a decirmelo. ¡Vaya estupidez!
Pero lo siento así, así de claro como que miro el móvil con demasiada frecuencia o me obligo a pensar en otras cosas o a entretenerme. No sé, puede que sea demasiado exigente con esto. Puede que tenga a miedo a pensarte y desearte a solas como he hecho durante demasiado tiempo. A que cuando vuelvas veas en mi todo el tiempo que he perdido echándote de menos. Siento miedo a comparar. A que tu prefieras quedarte a volver.
Miedo a que prefieras desearme a tenerme. A pedirte con buena intención que vuelvas pronto. Que yo también quiero pasar los días de Navidad contigo.
Quiero que al menos uno de los dos, aquí se sienta libre.
Es cierto...el miedo a la soledad es muy duro de poder vencer. Al olvido...a que nadie nos recuerde,, mucho ánimo. Si habéis vivido tan buenos momentos juntos...te recordará y volverá, cuando el sienta que deba hacerlo.
ResponderEliminarbesos guapa!!